
se que tu mirada siempre grácil
acepta jornadas poco halagadoras
y pesadas cargas nada tentadoras,
para dar a tu hija un pequeño extra
para mostrar al mundo lo que cuesta
entregarse a un ser a cambio de nada
arriesgar su vida sin consuelo, ni paga.
Recibir sutilezas no es tu prioridad,
más brindar amor es tu caridad.
El amor de madre es mi regalo,
que siempre me ha dado tu fino regazo
Apoyo, confianza, ternura y aprecio,
son rasgos sinceros que no tienen precio,
son formas y medios de expresar tu desvelo,
noches inciertas y lunas sin sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario